jueves, 26 de abril de 2007

¿POR QUÉ OCURRIÓ ESTA EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA?


La situación demográfica mundial es hoy una situación mucho más compleja de lo que era hace 30 años, cuando las poblaciones de todos los países en desarrollo se multiplicaban rápidamente. La mayoría de esos países han adoptado las normas de una política demográfica que identifica la tasa de crecimiento demográfico como demasiado elevada.


En la actualidad, la planificación familiar se ha puesto a disposición de casi todo el mundo en desarrollo. Si bien la población continúa creciendo, la tasa de fertilidad -- el número de hijos que la mujer tendrá en el transcurso de su vida --ha disminuido. A partir de los años 50, el aumento demográfico más elevado ha tenido lugar en África, Asia (con exclusión de China) y América Latina. Esa situación continúa hoy.


Si la tasa de natalidad de los países en desarrollo se hubiese mantenido inalterada desde 1950, la población de esos países sería en la actualidad de casi 7.000 millones y crecería a una tasa que doblaría sus poblaciones en menos de 20 años. Para el año 2020, la cifra sería de casi 15.000 millones y, menos de 20 años más tarde, 30.000 millones. Claro está que esta proyección toma por sentado que esta explosión demográfica nunca antes experimentada no habría causado una seria escasez de alimentos, la propagación de enfermedades e inconcebibles calamidades ambientales... en otras palabras, lo que precisamente más le preocupaba a Ehrlich.


Hoy día se sabe algo que los escritores de los años 60 ignoraban. Las parejas en los países en desarrollo querían limitar el tamaño de su familia, y a menudo lo hacían con acceso a métodos anticonceptivos eficientes. Pero esto no era algo uniforme. En algunos países la planificación familiar tenía un público más receptivo que en otros. No obstante, si bien el uso de planificación familiar es más común en países con economías de desarrollo más rápido, también es evidente en áreas tradicionales y rurales donde no se esperaba que ocurriese.


Este hecho ha modificado nuestra visión del futuro crecimiento demográfico del mundo que ahora incluye una posibilidad significativa: el final definitivo del crecimiento demográfico del mundo en un número distante y desconocido. El número final dependerá enteramente del curso de la tasa de natalidad en los países en desarrollo.


miércoles, 25 de abril de 2007

Crecimiento demográfico y Sostenibilidad




Dada la frecuente resistencia a aceptar que el crecimiento demográfico representa hoy un grave problema (Vilches y Gil, 2003), conviene proporcionar algunos datos acerca del mismo que permitan valorar su papel, junto al hiperconsumo de una quinta parte de la humanidad, en el actual crecimiento no sustentable (Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, 1988; Ehrlich y Ehrlich, 1994; Brown y Mitchell, 1998; Folch, 1998):

Desde mediados del siglo XX han nacido más seres humanos que en toda la historia de la humanidad y, como señala Folch, (1998) "pronto habrá tanta gente viva como muertos a lo largo de toda la historia: la mitad de todos los seres humanos que habrán llegado a existir estarán vivos".
Aunque se ha producido un descenso en la tasa de crecimiento de la población, ésta sigue aumentando en unos 80 millones cada año, por lo que se duplicará de nuevo en pocas décadas.

Como han explicado los expertos en sostenibilidad, en el marco del llamado Foro de Río, la actual población precisaría de los recursos de tres Tierras (!) para alcanzar un nivel de vida semejante al de los países desarrollados.
“Incluso si consumieran, en promedio, mucho menos que hoy, los nueve mil millones de hombres y mujeres que poblarán la Tierra hacia el año 2050 la someterán, inevitablemente, a un enorme estrés” (Delibes y Delibes, 2005).

¿POR QUÉ CONTINÚA EL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO?







Para muchos analistas es difícil entender por qué ocurrirá un mayor crecimiento en masa a pesar de la reducción de las tasas de fecundidad.
Primero, aun con la enorme disminución registrada desde el decenio de 1960, la fecundidad es todavía cerca de 50% mayor que la proporción de dos hijos por familia que se necesita para estabilizar la población. Cuando una mujer tiene más de dos hijos sobrevivientes, cada generación es más numerosa que la anterior y la población sigue creciendo.

Segundo, casi con seguridad, seguirán registrándose reducciones de las tasas de defunción, que han sido siempre la principal causa del crecimiento demográfico. Ciertos factores, como un mejor nivel de vida, mejor nutrición, mayores inversiones en saneamiento y abastecimiento de agua limpia, mayor acceso a servicios de salud y mayor aplicación de medidas de salud pública, como inmunización, asegurarán una vida más larga y sana en la mayoría de los países.


El tercer factor de crecimiento es lo que los demógrafos llaman «impulso demográfico». Eso se refiere a la tendencia que tiene una población de seguir creciendo aunque la fecundidad llegara de inmediato a un nivel de sustitución de 2,1 nacimientos por mujer con tasas constantes de mortalidad y ausencia de migración.

ACTUAL SITUACIÓN DEMOGRÁFICA

¿Cuál es la actual situación demográfica mundial y qué es razonable esperar para el futuro?



Para considerar el primero de estos interrogantes, es necesario dar marcha atrás al reloj hasta los años 60, cuando nadie tenía duda de que ciertamente había una explosión demográfica. En 1960, la población mundial había alcanzado la cifra de 3.000 millones. La adición del tercer millar de millones se había logrado en un período sorprendentemente corto de 30 años.



El ya clásico libro de Paúl Ehrlich titulado "The Population Bomb" (La bomba demográfica), publicado en 1968, afirmaba en sus primeras líneas que la lucha por alimentar a toda la humanidad se había perdido. Hoy ya no está de moda salir en defensa de Ehrlich y de otros que eran vistos como aves de mal agüero en el pasado, pero puede ser útil echar una mirada atrás y volver a hacer examen.


Las advertencias de Ehrlich sentaron la tónica del momento. Sus inquietudes se justificaban en el contexto de la época. En los años 60, la población mundial crecía al ritmo más acelerado de la historia. En los países en desarrollo la población aumentaba a razón de 2,5 por ciento anual y representaba más del 70 por ciento de la población total el mundo. A ese ritmo, su número se doblaría cada 27 años. Era algo que daba miedo si se tomaba en cuenta que a la humanidad le tomó hasta el año 1800 para alcanzar los primeros mil millones y hasta 1930 para el segundo millar de millones.