La situación demográfica mundial es hoy una situación mucho más compleja de lo que era hace 30 años, cuando las poblaciones de todos los países en desarrollo se multiplicaban rápidamente. La mayoría de esos países han adoptado las normas de una política demográfica que identifica la tasa de crecimiento demográfico como demasiado elevada.
En la actualidad, la planificación familiar se ha puesto a disposición de casi todo el mundo en desarrollo. Si bien la población continúa creciendo, la tasa de fertilidad -- el número de hijos que la mujer tendrá en el transcurso de su vida --ha disminuido. A partir de los años 50, el aumento demográfico más elevado ha tenido lugar en África, Asia (con exclusión de China) y América Latina. Esa situación continúa hoy.
Si la tasa de natalidad de los países en desarrollo se hubiese mantenido inalterada desde 1950, la población de esos países sería en la actualidad de casi 7.000 millones y crecería a una tasa que doblaría sus poblaciones en menos de 20 años. Para el año 2020, la cifra sería de casi 15.000 millones y, menos de 20 años más tarde, 30.000 millones. Claro está que esta proyección toma por sentado que esta explosión demográfica nunca antes experimentada no habría causado una seria escasez de alimentos, la propagación de enfermedades e inconcebibles calamidades ambientales... en otras palabras, lo que precisamente más le preocupaba a Ehrlich.
Hoy día se sabe algo que los escritores de los años 60 ignoraban. Las parejas en los países en desarrollo querían limitar el tamaño de su familia, y a menudo lo hacían con acceso a métodos anticonceptivos eficientes. Pero esto no era algo uniforme. En algunos países la planificación familiar tenía un público más receptivo que en otros. No obstante, si bien el uso de planificación familiar es más común en países con economías de desarrollo más rápido, también es evidente en áreas tradicionales y rurales donde no se esperaba que ocurriese.
Este hecho ha modificado nuestra visión del futuro crecimiento demográfico del mundo que ahora incluye una posibilidad significativa: el final definitivo del crecimiento demográfico del mundo en un número distante y desconocido. El número final dependerá enteramente del curso de la tasa de natalidad en los países en desarrollo.
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PORQUE HA OCURRIDO EL ANTINATURAL Y DESENFRENADO EXPANSIÓN DEMOGRÁFICA Y COMO SE RESOLVERÁ ESTA
Si observamos el diagrama del Crecimiento de la población del mundo desde la época de Jesucristo vemos tres muy diferentes tendencias:
1) En la Edad Media hasta el año 1400 el crecimiento de la población ha sido muy lento y anormal, casi peligrando su subsistencia. A causa de este negativo acontecimiento ha sido la exagerada espiritual “filosofía del mundo y de la vida”, que se ha corregido con establecimiento el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de la naturaleza especial humana.
2) Que existía durante la época del Renacimiento, cuando el hombre al interesarse también a la parte física-instintiva de su naturaleza, empezó desarrollarse la ciencia en todos los campos de sus actividades, y en el campo de medicina, al descubrir el microscopio han obtenido el instrumento para descubrir los maligno virus que han causado muchas enfermedades desconocidos hasta entonces y salvar y prolongar con ello muchas vidas, de cuya consecuencia, en los países económicamente desarrollados, en el siglo XIX prácticamente se solapaban dos generaciones.
3) Lo que esta ocurriendo ahora desde el siglo XX en el resto de los países del mundo extendido ya en toda parte de nuestro planeta, llevando allí el conocimiento obtenido previamente en los países desarrollados, llegando hoy a la cifra de 7.000 millones.
Como la consecuencia de este resultado, de punto de vista humano, ha sido positivo, a nadie ha ocurrido cuestionar este sistema de tratamiento de nuestras enfermedades, encontrándonos ahora con el problema de envejecimiento del mundo. Y como este mal amenaza ya nuestra subsistencia, para resolverla no serán nuestros médicos quienes siguen practicando sus profesiones basado es sus erróneos enfoques, sino nuestra propia naturaleza especial humana, que cuando llega a su extrema posibilidad del erróneo conducta y actividades, esto se cambia por manera evolutiva o revolutiva para poder adaptarse el hombre nuevamente a las Leyes de la Naturaleza, que tiene que desarrollarse (funcionar) en orden y armonía, para que sus “componentes”, los seres animados, incluida la especie humana también obtengan su bienestar.
Este proceso ya esta empezando ya que la fertilidad de los hombres y mujeres esta disminuyendo, junto con el poco intereses de tener hijos. La cuestión es ¿cómo puede responder nuestro planeta a las anormales demandas materiales de nuestras civilizaciones durante el tiempo de transición que nos queda entre hoy y del año 2050, cuando la población del mundo con su 9.500 Millones llegara a su techo?
Si no lograremos cambiar nuestro erróneo modo de vida, que es la causa de este mal, y establecer el justo equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de nuestra naturaleza especial humana por manera evolutiva, el inevitable cambio se realizara de manera revolutiva que significara un catastrófico fin de nuestras civilizaciones, que nos servirá para que los supervivientes al experimentar este desgracia estuvieren dispuestos de aceptar la justa y necesitada “filosofía del mondo y de la vida”, y abrir con ello una renovada cultura para la futura generación.
Budapest 29 de Agosto de 2012 Francisco Z. Lantos Dr. Arquitecto
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